Imprimido: 2024-11-21
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Unidad documental simple 000331 - La guitarra de los negros
Parte de Fondo Néstor Ortíz Oderigo
Área de identidad
Código de referencia
AR ABIBUNTREF C.BP-ORT-1-1-000331
Título
La guitarra de los negros
Fecha(s)
- 1912 - 1996 (Creación)
Nivel de descripción
Unidad documental simple
Volumen y soporte
3 fojas tamaño oficio digitalizadas.
Área de contexto
Nombre del productor
Ortíz Oderigo, Néstor
(1912-1996)
Historia biográfica
Néstor Ortiz Oderigo, escritor, musicólogo, estudioso del jazz, el folklore y la cultura africanas, nació el 11 de febrero de 1912, fue autor de “Música y músicos de América”, “Perfiles del jazz”, “Historia del jazz”, “Diccionario del jazz”, “Panorama de la música afroamericana”, “Estética del jazz”, “Aspectos de la cultura africana en el Río de la Plata”, “Croquis del candombe”, “Voces del África en el Río de la Plata”, “Macumba”, “Calunga”. Participó en revistas y publicaciones como “Rivista da Etnografía”, “África”, “Le Musée Vivant”, “Le Jazz Hot” y “Jazz”.
Sus primeros artículos aparecieron en la revista “Fonos” en 1928. Luego colaboró en diarios y revistas de todo el mundo como “La Nación”, “El Mundo”, “Nosotros”, “Lea y Vea”, “Davat”,“Saber Vivir”, “Sustancia”, “Associated Negro Press”, “Oportunity”, “Playback”, “Jazz
Magazine”, “Hot Club Magazine”, “Música Jazz”, “Pensamiento da América”, “Folha da Manha”, “Ritmo”, “Quilombo”, “Mundo Uruguayo”, “Rhythme”, “Australian Jazz Quarterly”.
Néstor Ortiz Oderigo había comenzado a entusiasmarse con la música de los afronorteamericanos a los catorce años. El amor por el jazz lo había conducido a interesarse en la cultura negra de toda Latinoamérica, en particular del Río de la Plata.
Murió en 1996, a los 84 años de edad. Su viuda donó la inmensa colección de libros sobre temas antropológicos, discos, tallas y tambores al Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Su sobrina, Alicia Dujovne Ortiz, donó material inédito a la Universidad de Tres de Febrero para dar a conocer parte de la obra que no fue publicada por el autor.
Murió en 1996, a los 84 años de edad.
Sus primeros artículos aparecieron en la revista “Fonos” en 1928. Luego colaboró en diarios y revistas de todo el mundo como “La Nación”, “El Mundo”, “Nosotros”, “Lea y Vea”, “Davat”,“Saber Vivir”, “Sustancia”, “Associated Negro Press”, “Oportunity”, “Playback”, “Jazz
Magazine”, “Hot Club Magazine”, “Música Jazz”, “Pensamiento da América”, “Folha da Manha”, “Ritmo”, “Quilombo”, “Mundo Uruguayo”, “Rhythme”, “Australian Jazz Quarterly”.
Néstor Ortiz Oderigo había comenzado a entusiasmarse con la música de los afronorteamericanos a los catorce años. El amor por el jazz lo había conducido a interesarse en la cultura negra de toda Latinoamérica, en particular del Río de la Plata.
Murió en 1996, a los 84 años de edad. Su viuda donó la inmensa colección de libros sobre temas antropológicos, discos, tallas y tambores al Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Su sobrina, Alicia Dujovne Ortiz, donó material inédito a la Universidad de Tres de Febrero para dar a conocer parte de la obra que no fue publicada por el autor.
Murió en 1996, a los 84 años de edad.
Institución archivística
Historia archivística
Origen del ingreso o transferencia
Área de contenido y estructura
Alcance y contenido
El PDF corresponde a la fotocopia del texto borrador de una nota escrita por Néstor Ortíz Oderigo. Se encuentra en la carpeta que corresponde a los originales el libro: "Esquema de la música afroargentina", publicado por EDUNTREF, con Norberto Pablo Cirio como editor. Se presenta lo escrito por el autor:
"Los afroargentinos hicieron suyo un miembro organográfico de origen árabe aunque de proyección universal. Hablamos de la guitarra. Se trata de un instrumento de arraigo eminentemente popular. Tanto en España como en América, al son de este cordófono se cantaba en las calles y en los salones. Y lo mismo servía para secundar las canciones bailables que para acompañar la música litúrgica en las iglesias. Cervantes, que retrató con auténtica fidelidad el perfil de diversos hombres de rostro de bronce en varias de sus obras, en El celoso extremeño introduce la silueta de un guitarrista y cantante negro.
Por otra parte, se sabe que, en el siglo dieciséis, una monja peruana era una diestra ejecutante de este instrumento, por lo cual llegó a ser patrona de los guitarristas. Canonizada, se llamó Santa Rosa de Lima.
En las miniaturas de las Cantigas de Alfonso X el Sabio figuran los primeros atisbos iconográficos de la guitarra. Claramente diferenciado aparece el instrumento de Segovia de forma oval, con dibujos árabes y pulsada por un músico de esta nacionalidad. Es la llamada guitarra morisca.
Llegado al Nuevo Mundo, antes de que transcurriera mucho tiempo el cordófono se difundió en las cuatro esquinas de nuestro continente. Todos los pueblos le abren sus brazos. Afronorteamericanos y cowboys la hacen suya, en el sur y en el oeste de los Estados Unidos. En la zona montañosa de Tennessee, se convierte en un instrumento musical insustituible. Y unida al violín y a veces al contrabajo integra conjuntos que ya son característicos de la música folklórica de la Unión.
Tanto en los países del norte de Sudamérica, como en el Brasil, el Río de la Piata, se torna un miembro organográfico preferido por músicos folklóricos y populares. Payadores, blancos o de rostro de bronce, no se separan de él en ningún momento, desde el afroargentino del canto de contrapunto del Martín Fierro, hasta el ilustre Gabino Ezeiza, que en una de sus geniales improvisaciones, cantó:
Esta guitarra que toco
y tiene tanta armonía
se liga a la vida mía
por una secreta unión.
Sin ella yo no podría
cantar en este momento
como canto con su acento
lamentos del corazón.
Porque, entre el elemento afroamericano, se abrió paso en forma instantánea. Y había motivos para que así ocurriera, Toda vez que el hijo del África, al seleccionar los instrumentos de sus orquestas folklóricas y populares, echó mano de los que más se asemejaban a los miembros de la organografía africana. Por eso el ejecutante de linaje africano escogió con preferencia las guitarras de ocho, de once y de docecuerdas, pues sus timbres se acercan más a los de los cordófonos del inmenso continente, sobre todo al kora, especie de arpa de veinticuatro cuerdas. Recordemos que en el libro Historia del tango, de los hermanos Bates, en una fotografía de una orquesta de la "guardia vieja", el guitarrista José Camarano aparece pulsando una guitarra de nueve cuerdas. Además, los músicos negros percutian y de este modo obtenían un perfecto sucedáneo del tambor o, al restregar con un alambre los trastes del cordófono lograban un perfecto idiófono de grotación.
El guitarrero popular posee distintos modos de tañer su instrumento. Interesante resulta comprobar que las diversas formas de ejecución coinciden curiosamente con las "maneras negras" de tocar los instrumentos. Porque el afroamericano no sólo pulsa y rasguea la guitarra, sino que también la percute, aunque el rasgueo es ya una percusión. Y no resulta aventurado suponer que este rasgueo debe de haberse originado entre los músicos afroamericanos, tan partidarios como son de los ritmos de danza marcados con fuerza y precisión. Además, no sólo efectúa esta percusión en la guitarra. También la lleva a cabo en otros cordófonos, sobre todo en el contrabajo, tal como ocurre, por ejemplo, en el jazz, en cuyo seno este miembro organográfico abandona su sitio en el ámbito de la cuerda para ubicarse entre los instrumentos idiófonos de percusión. Adviértese el tambireo de la guitarra en todos los conglomerados afroamericanos. En los Estados U idos, los negros no sólo golpean la caja con el ñuño o con la mano abierta, sino que también suelen utilizar un trozo de alambre, una gruesa cuerda u otros elementos con loscuales percute los trastes del instrumento. La música afrocubana hace, asimismo hace un generoso empleo de percusiones de guitarra, tal como si se tratara de un tambor. Común es, también, en el Brasil el golpeteo del cuerpo de la violao. En la Argentina se ha registrado, asimismo, este tipo de tañido. Y es de interés subrayar que, cuando el cordófono de que hablamos se utiliza en esta forma, por lo general las orquestas omiten los tambores, pues la guitarra oficia de idiófono de percusión o de membranófono."
"Los afroargentinos hicieron suyo un miembro organográfico de origen árabe aunque de proyección universal. Hablamos de la guitarra. Se trata de un instrumento de arraigo eminentemente popular. Tanto en España como en América, al son de este cordófono se cantaba en las calles y en los salones. Y lo mismo servía para secundar las canciones bailables que para acompañar la música litúrgica en las iglesias. Cervantes, que retrató con auténtica fidelidad el perfil de diversos hombres de rostro de bronce en varias de sus obras, en El celoso extremeño introduce la silueta de un guitarrista y cantante negro.
Por otra parte, se sabe que, en el siglo dieciséis, una monja peruana era una diestra ejecutante de este instrumento, por lo cual llegó a ser patrona de los guitarristas. Canonizada, se llamó Santa Rosa de Lima.
En las miniaturas de las Cantigas de Alfonso X el Sabio figuran los primeros atisbos iconográficos de la guitarra. Claramente diferenciado aparece el instrumento de Segovia de forma oval, con dibujos árabes y pulsada por un músico de esta nacionalidad. Es la llamada guitarra morisca.
Llegado al Nuevo Mundo, antes de que transcurriera mucho tiempo el cordófono se difundió en las cuatro esquinas de nuestro continente. Todos los pueblos le abren sus brazos. Afronorteamericanos y cowboys la hacen suya, en el sur y en el oeste de los Estados Unidos. En la zona montañosa de Tennessee, se convierte en un instrumento musical insustituible. Y unida al violín y a veces al contrabajo integra conjuntos que ya son característicos de la música folklórica de la Unión.
Tanto en los países del norte de Sudamérica, como en el Brasil, el Río de la Piata, se torna un miembro organográfico preferido por músicos folklóricos y populares. Payadores, blancos o de rostro de bronce, no se separan de él en ningún momento, desde el afroargentino del canto de contrapunto del Martín Fierro, hasta el ilustre Gabino Ezeiza, que en una de sus geniales improvisaciones, cantó:
Esta guitarra que toco
y tiene tanta armonía
se liga a la vida mía
por una secreta unión.
Sin ella yo no podría
cantar en este momento
como canto con su acento
lamentos del corazón.
Porque, entre el elemento afroamericano, se abrió paso en forma instantánea. Y había motivos para que así ocurriera, Toda vez que el hijo del África, al seleccionar los instrumentos de sus orquestas folklóricas y populares, echó mano de los que más se asemejaban a los miembros de la organografía africana. Por eso el ejecutante de linaje africano escogió con preferencia las guitarras de ocho, de once y de docecuerdas, pues sus timbres se acercan más a los de los cordófonos del inmenso continente, sobre todo al kora, especie de arpa de veinticuatro cuerdas. Recordemos que en el libro Historia del tango, de los hermanos Bates, en una fotografía de una orquesta de la "guardia vieja", el guitarrista José Camarano aparece pulsando una guitarra de nueve cuerdas. Además, los músicos negros percutian y de este modo obtenían un perfecto sucedáneo del tambor o, al restregar con un alambre los trastes del cordófono lograban un perfecto idiófono de grotación.
El guitarrero popular posee distintos modos de tañer su instrumento. Interesante resulta comprobar que las diversas formas de ejecución coinciden curiosamente con las "maneras negras" de tocar los instrumentos. Porque el afroamericano no sólo pulsa y rasguea la guitarra, sino que también la percute, aunque el rasgueo es ya una percusión. Y no resulta aventurado suponer que este rasgueo debe de haberse originado entre los músicos afroamericanos, tan partidarios como son de los ritmos de danza marcados con fuerza y precisión. Además, no sólo efectúa esta percusión en la guitarra. También la lleva a cabo en otros cordófonos, sobre todo en el contrabajo, tal como ocurre, por ejemplo, en el jazz, en cuyo seno este miembro organográfico abandona su sitio en el ámbito de la cuerda para ubicarse entre los instrumentos idiófonos de percusión. Adviértese el tambireo de la guitarra en todos los conglomerados afroamericanos. En los Estados U idos, los negros no sólo golpean la caja con el ñuño o con la mano abierta, sino que también suelen utilizar un trozo de alambre, una gruesa cuerda u otros elementos con loscuales percute los trastes del instrumento. La música afrocubana hace, asimismo hace un generoso empleo de percusiones de guitarra, tal como si se tratara de un tambor. Común es, también, en el Brasil el golpeteo del cuerpo de la violao. En la Argentina se ha registrado, asimismo, este tipo de tañido. Y es de interés subrayar que, cuando el cordófono de que hablamos se utiliza en esta forma, por lo general las orquestas omiten los tambores, pues la guitarra oficia de idiófono de percusión o de membranófono."
Valorización, destrucción y programación
Accruals
Sistema de arreglo
La Colección se encuentra almacenada en un mueble con cajones de gran formato, que conservan el orden que tuvieran en cajas numeradas de forma correlativa (y con carpetas sin tapa, ordenadas alfabéticamente). Las mismas contienen folios organizados por el personal que las procesó para la edición de los libros de Néstor Ortíz Oderigo.
Área de condiciones de acceso y uso
Condiciones de acceso
Condiciones
Idioma del material
- español
Escritura del material
Notas sobre las lenguas y escrituras
Características físicas y requisitos técnicos
Instrumentos de descripción
Área de materiales relacionados
Existencia y localización de originales
Existencia y localización de copias
Unidades de descripción relacionadas
Puede encontrar el libro: "Esquema de la música afroargentina" en las sedes de Biblioteca Untref. El siguiente enlace, corresponde a los ejemplares existentes en las mismas: http://170.210.60.93:8080/cgi-bin/koha/catalogue/detail.pl?biblionumber=10178
Área de notas
Notas
Puntos de acceso
Puntos de acceso por materia
Puntos de acceso por lugar
Puntos de acceso por autoridad
- Ortíz Oderigo, Néstor (Productor)
Área de control de la descripción
Identificador de la descripción
AR C ABIBUNTREF OS1SS1-35
Identificador de la institución
Reglas y/o convenciones usadas
Estado de elaboración
Final
Nivel de detalle
Parcial
Fechas de creación revisión eliminación
2024-03-15: revisión.
Idioma(s)
- español
Escritura(s)
Fuentes
Nota del archivista
Descripción elaborada por María Elsa Rodríguez.
Metadatos del objeto digital
Tipo de soporte
Texto
Mime-type
application/pdf
Tamaño del archivo
349.9 KiB
Cargado
15 de marzo de 2024 10:31